Por medio de la presente, mi esposa, la Sra. María Teresa González y yo, Rigoberto de la Torre, queremos expresar nuestro enorme agradecimiento y gran afecto; y nos unimos a todas las personas que igual que nosotros, hemos sido beneficiadas por su auténtica disposición y eficiencia en el cumplimiento de su profesión como Médicos Cardiólogos Intervencionistas, donde han dado lo máximo de sí mismos para prolongar y mejorar nuestra calidad de vida en un área tan delicada e importante. Esta carta representa un homenaje, un reconocimiento al Centro Cardiovascular Dr. Armando García Castillo, al Amigo que en el cumplimiento de su deber, transmite a la sociedad, un testimonio vivo como una persona ejemplar que fundamenta su vida en la ética, en la responsabilidad, en el servicio, la generosidad, en el esfuerzo de seguirse desarrollando, aprendiendo, actualizando; viviendo así, valores que dejan trascendencia en su familia y en las personas que lo rodean. Mi esposa y yo, somos testigos de su valentía y entrega. En el año 2005, llegué a urgencias al Hospital, en el instante en que se estaba produciendo en mi corazón, un infarto. Dios nos concedió la gracia de que estuvieran ahí, en ese momento y su actuación decidida y experimentada me salvó la vida. Desde entonces nos han realizado diferentes cateterismos, han puesto varios stents, nos han tratado las arritmias, en ocasiones investigando cuáles nuevos protocolos y técnicas me pueden ayudar más; como la ablación que me realizaron gracias a sus investigaciones y contactos. De la misma manera han tratado a mi esposa de su hipertensión, siempre con esa amabilidad, calidez y responsabilidad que les caracteriza. Han sido una bendición en nuestra vida, pues nos da mucha tranquilidad ponernos en sus manos como pacientes, ya que confiamos enteramente en su gran experiencia como Médicos y en su disposición para atendernos y escucharnos cada vez que lo necesitamos. Le pedimos a Ntro. Padre Bueno, les conceda su salud completa junto con sus hermosas familias; y les dé la gracia de sentir su amor y su compañía en cada momento de su vida. Con mucho afecto y agradecimiento.