La hipertensión, o presión arterial alta, a menudo ocurre junto con la diabetes mellitus, incluida la diabetes tipo 1, tipo 2 y gestacional, y los estudios muestran que puede haber vínculos entre ellos.
La hipertensión y la diabetes tipo 2 son aspectos del síndrome metabólico, una condición que incluye la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.
Tanto la hipertensión como la diabetes pueden tener algunas causas subyacentes en común y comparten algunos factores de riesgo. También contribuyen a un empeoramiento de los síntomas del otro. Las formas de manejar ambas condiciones también se superponen.
Los autores de un estudio, indican que la diabetes y la hipertensión a menudo ocurren juntas y pueden compartir algunas causas comunes.
Éstos incluyen:
- obesidad
- inflamación
- estrés oxidativo
- resistencia a la insulina
¿Puede la diabetes causar hipertensión?
Una persona con diabetes no tiene suficiente insulina para procesar la glucosa o su insulina no funciona de manera eficaz. La insulina es la hormona que permite al cuerpo procesar la glucosa de los alimentos y utilizarla como energía.
Como resultado de los problemas de insulina, la glucosa no puede ingresar a las células para proporcionar energía y, en cambio, se acumula en el torrente sanguíneo.
A medida que la sangre con niveles altos de glucosa viaja por el cuerpo, puede causar daños generalizados, incluidos los vasos sanguíneos y los riñones. Estos órganos juegan un papel clave en el mantenimiento de una presión arterial saludable. Si experimentan daños, la presión arterial puede aumentar, lo que aumenta el riesgo de sufrir más daños y complicaciones.
¿Puede la hipertensión causar diabetes?
Un metanálisis que apareció en el Journal of the American College of Cardiology (JACC) en 2015 analizó datos de más de 4 millones de adultos. Llegó a la conclusión de que las personas con presión arterial alta tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Este vínculo puede deberse a procesos de fuente confiable en el cuerpo que afectan ambas afecciones, por ejemplo, la inflamación.
Prevención
Los factores del estilo de vida son cruciales para controlar tanto la glucosa en sangre como la presión arterial.
Para las personas con exceso de peso, perder incluso un poco puede ayudar a reducir el riesgo de hipertensión arterial y diabetes.
Para las personas con exceso de peso, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) señala que si una persona pierde entre un 3% y un 5% de fuente confiable de su peso, puede mejorar sus lecturas de presión arterial.
De manera similar, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan que perder entre un 5% y un 7% de la fuente confiable del peso corporal puede ayudar a evitar que la prediabetes se convierta en diabetes. Eso sería una pérdida de 10 a 14 libras para una persona que pesa 200 libras.
Actividad
La actividad regular puede reducir la presión arterial y ayudar a controlar el azúcar en la sangre, y ofrece muchos otros beneficios para la salud.
Las pautas actuales Trusted Source alientan a todos a hacer al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada cada semana, o 75 minutos de ejercicio de intensidad vigorosa. El ejercicio moderado incluye caminar y nadar.
Aquellos que no han estado activos durante un tiempo deben hablar con su médico para que les aconseje un plan de ejercicio sensato.
Opciones dietéticas saludables
Las personas con diabetes e hipertensión deben hablar con su médico sobre un plan dietético.
Esto generalmente incluirá:
comer muchas frutas y verduras frescas
centrándose en alimentos ricos en fibra, incluidos los cereales integrales
limitar la cantidad de sal y azúcar añadidos
evitar o limitar las grasas nocivas para la salud, como las grasas trans y las grasas animales
Una persona con diabetes deberá controlar su ingesta de carbohidratos y controlar sus niveles de glucosa en sangre para asegurarse de que cumple con los objetivos que establece su plan de tratamiento.
Limitar el consumo de alcohol
El alto consumo de alcohol puede aumentar el riesgo de:
presión arterial elevada
picos de glucosa en sangre
aumento de peso
Es posible que una persona desee hablar con su médico sobre la cantidad de alcohol que puede consumir sin peligro.
No fumar
Existe evidencia de que fumar tabaco puede aumentar el riesgo de hipertensión arterial y diabetes.
Los fumadores con diabetes tienen un riesgo más alto de complicaciones graves, que incluyen:
enfermedad cardíaca o renal
retinopatía, una enfermedad ocular que puede provocar ceguera
flujo sanguíneo deficiente, lo que hace que la infección y el riesgo de amputación sean más probables en las piernas y los pies
neuropatía periférica, que puede causar dolor en los nervios de los brazos y las piernas
Una persona que tiene o está en riesgo de tener diabetes, presión arterial alta o ambas, puede hablar con su médico sobre cómo dejar de fumar.
La diabetes y la hipertensión con frecuencia ocurren juntas. Se cree que la obesidad, la inflamación, el estrés oxidativo y la resistencia a la insulina son las vías comunes. Los avances recientes en la comprensión de estas vías han proporcionado nuevos conocimientos y perspectivas.
La actividad física juega un papel protector importante en las dos enfermedades. Conocer las causas comunes y los mecanismos de las enfermedades permite un enfoque más eficaz y proactivo en su prevención y tratamiento.
Fuentes:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3314178/
https://www.medicalnewstoday.com/articles/317220#prevention
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